Esta no es una casa cualquiera.
Es una casa que se diseñó para durar, y se construyó pensando en disfrutar cada espacio.
En lo alto de Costa Coronado, con una vista al mar que te deja sin palabras, esta propiedad combina solidez, amplitud y detalles que marcan diferencia: muros de limestone, mármol travertino y egipcio, y una cocina enorme que invita a reuniones memorables.
Tiene cinco recámaras, sala con billar, y un rooftop que se vuelve el lugar favorito al atardecer. Todo rodeado por un jardín frontal lleno de vida.
No es solo un lugar para vivir. Es un hogar hecho para quedarse.
Y cada rincón te lo recuerda.