A solo siete minutos en coche de la estación de tren se encuentra un encantador refugio campestre. El terreno de 444 metros cuadrados, rodeado por un alto muro, cuenta con un exuberante paisaje con palmeras, cactus, enredaderas y árboles en flor, y todo tipo de plantas exóticas. La casa cuenta con tres dormitorios y dos baños. La amplia terraza ofrece vistas a un verde campo boscoso con las montañas Picacho a lo lejos. El interior de la casa combina con encanto la sofisticación rústica con una amplia y espaciosa cocina con comedor y una amplia sala de estar con chimenea. Hay un garaje independiente que podría utilizarse también como estudio de arte. De los dos dormitorios de invitados, uno está acondicionado como sala de televisión y el otro como oficina con estanterías y armarios empotrados.